Se ha marchado uno de los mayores exponentes de la época dorada del cine y de la personificación del mito y del glamour hollywoodiense. Elizabeth Taylor (Elizabeth Rosemond Taylor, Hampstead, Londres, 27 de febrero de 1932 - Los Ángeles 23 de marzo de 2011) nos ha dejado casi huérfanos de grandes estrellas del celuloide. Porque si lo pensamos un poco, ¿quién nos queda de ese nutrido elenco de actotes y actrices que han forjado grandes amantes del séptimo arte? Los Paul Newman (1925), Rock Hudson (1925), Rita Hayworth (1918), Jack Lemond (1925), Marilyn Monroe (1926), Burt Lancaster (1913), Bette Davis (1908), Marlon Brando (1924), Charlton Heston (1923), Humpery Bogart (1899), Katharine Hepburn (1907), etc, etc, etc, ya se marcharon y con ellos se llevaron un trocito de la historia del cine, ese cine en blanco y negro y con mayúsculas, en el que sus máximos exponentes abanderaban la mitología cinematográfica con mucho talento y mucho glamour. ¡Ay! de los Gene Kelly (1912), Fred Astaire (1899), Gary Cooper (1901), Gace Kelly (1929), Frank Sinatra (1915) Audrey Hepburn (1929), Silvana Mangano (1930), Greta Garbo (1905) y Spencer Tracy (1900), ¿quién disfrutará de vuestras películas cuando los que todavía crecimos con ese cine no estemos para contarlo?. Que será de vosotros cuando los últimos exponentes del cine clásico desaparezcan para siempre?¿Que será de nosotros cuando Lauren Bacall (1924), Sofía Loren (1934), Kirk Douglas (1916) y Clint Eastwood (1930) se marchen al 'cielo de las estrellas'.
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