viernes, 4 de septiembre de 2009

EL "DILLINGER" DE MICHAEL MANN

La Opinión de... LEOmuñoz.

De nuevo Michael Mann decide rodar en formato digital, como ya viene haciendo últimamente ("Corrupción em Miami" -, "Collateral" -2004-). Esta es la característica fundamental de "Enemigos Públicos", un film que se desarrolla en los años de la gran depresión americana y que huye del retrato a distancia de escenarios y lugares de la época dorada del ladrón de bancos más famoso de la historia y se mete literalmente en el personaje principal, John Dillinger. Así, practicamente en la oreja de Dillinger (Johnny Deep), es como ha decido rodar Michael Mann este film, el uso de la cámara digital en mano le ha permitido un inusual acercamiento a los personajes desterrando cualquier clasicismo susceptible de odiosas comparaciones. Asistimos de nuevo a magníficas escenas de acción planificadas al detalle, transmitiendo un realismo casi documental, como recordamos de la magnífica "Heat" (1995).

Esto es todo, salvando el virtuosismo de Michael Mann con el manejo de la cámara, no nos queda nada más. Realmente cuando acaba el film nada hemos obtenido de las entrañas del mítico ladrón de bancos de los años 30. Ni siquiera se ha sacado el jugo suficiente al verdadero motor del film, la historia de amor entre Dillinger y Billie (Marion Cotillard), o por lo menos esa es la impresión que me ha dejado el guión, porque tampoco se ha querido profundizar en el posible cara a cara interpretativo del que hubieramos gozado si Mann hubiese planteado el film a lo "Heat", pero en este caso enfrentando a Johnny Deep (John Dillinger) y Christian Bale (Melvin Purvis). Me quedo con la fugaz aparición de un personaje secundario que si que me ha atraído, el mítico Baby Face Nelson (Stephen Graham) y por supuesto con la convincente interpretación de Marion Cotillard, de la que conseguimos sacar más partido de su personaje que del protagonista del film. Quizás la intención del director del film se haya centrado en exceso en reflejar la repercusión mediática del mito en perjuicio de un mayor acercamiento al verdadero Dillinger.
Cinematográficamente hablando destaco tres secuencias en las que verdaderamente se puede disfrutar de buen cine de género: (1ª) secuencia de la fuga de la prisión iniciando el film, (2ª)primer asalto a un banco con huída incluida y la (3ª) secuencia final, en la que Dillinger acude al cine y comprueba el alcance mediático de su figura pública, incluyendo el desenlace final. Tres magníficas razones para no perderse este film que se digiere fácilmente en una sala de cine, otro gallo cantará en el dvd de vuestras casas con sus excesivos 140 minutos de duración, el vecino tocando la batería, la llamada telefónica inoportuna y las idas y venidas del salón del resto de la familia. En fin, que el de arriba os coja confesados.

1 comentario:

  1. La película, de profundida psicológica tiene poco,la historia de amor no me acaba de convencer y bueno, me quedo con el final y la caracterización del apático Melvis Purvis y el agente que lleva el mensaje a Marion.

    ResponderEliminar

La dirección del blog se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios, que se salgan de tono o que no traten el tema de la entrada en la que se encuentran.